sábado, 6 de noviembre de 2010

Las bibliotecas universitarias y sus fondos


Desde el desconocimiento, puede que la colección de una biblioteca nos transmita la sensación de quietud y estabilidad. Nada más lejos de la realidad, las colecciones de las bibliotecas, y me estoy refiriendo sobre todo a las universitarias, son muy cambiantes.
En una biblioteca universitaria la renovación del fondo es fundamental. Los profesores e investigadores necesitan las últimas publicaciones que le interesen, por lo que una biblioteca de este tipo adquiere muchas revistas científicas, de las cuáles la mayoría son ya electrónicas. A su vez, los profesores también piden libros para sus alumnos, incluso los mismos alumnos pueden pedir los libros que estimen necesarios. Estas peticiones, por supuesto, deben estar justificadas, y es tarea del bibliotecario comprobar la conveniencia de comprar o no de los ejemplares solicitados. Hubo un tiempo, sin embargo, en el que el profesor era una imagen más importante que el bibliotecario, por lo que éste aceptaba a conseguir todo el material que aquél le exigía, sin tener un control sobre la necesidad de lo que el profesor pedía. Esta laxitud en el control daba lugar a que las bibliotecas universitarias sirvieran al interés personal del profesor y no al interés de la universidad.
Pero no todo queda ahí, sino que también las colecciones bibliotecarias también engordan gracias a donaciones y al intercambio con otras bibliotecas.
Con todo esto creo que queda bastante claro que las colecciones bibliotecarias no son para nada estáticas, sino bastante cambiantes y dinámicas.

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